¡Cuando usted quiera!
A modo de ejemplo, nuestro trabajo es como el de los ingenieros con los coches de carreras. Velamos porque todas las piezas estén ajustadas correctamente; por eso muchos pacientes dicen que vienen a pasar su “ITV” particular.
Si usted está tratando una dolencia, lo normal es que su osteópata programe de una a tres consultas con una separación entre ellas de, al menos, 15 días, para observar un cambio sustancial en el patrón de su dolor.
Los pacientes con dolor crónico (fibromialgia, dolor muscular generalizado, etc.) vienen a consulta cada dos o tres meses, lo cual supone entre cuatro y seis consultas por año.
Los pacientes sanos pueden pasar su revisión una o dos veces por año.
En relación a los deportistas, el número de consultas depende de su momento de temporada y sus competiciones.